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sábado, febrero 20, 2010

Monday (film) by Hiroyuki "Sabu" Tanaka - Recargado

Monday (2000) escrita y dirigida por Hiroyuki "Sabu" Tanaka. 
Por: Lucy Originales 



Koichi Takagi (Shin'ichi Tsutsumi) un hombre asalariado, despierta en el cuarto de un hotel lujoso sin saber cómo llegó ahí. Poco a poco comienza a recordar lo que ha sucedido en los días anteriores: un funeral, una cena con su novia, una borrachera en una taberna donde conoce a un yakusa y a su amante, una pistola en su mano y…

Monday es una de esas comedias que no son fáciles de digerir, sobre todo si viajamos sobre una línea narrativa occidental. Estamos acostumbrados a comedias ligeras, comedias románticas que plantean un encuentro entre dos personas con una lucha que debe recorrer barreras externas, cuando es más probable que las barreras más grandes a solucionar, sean las internas. Esto nos lleva a la atracción por las comedias románticas comerciales, con guiones pobres que son un reciclaje una de otra. La fórmula de estas películas es tan legible y predecible como decir que después del ámbar en un semáforo, seguirá la luz roja que indica “alto”. Pero nadie puede lavarse las manos y decir que “nunca” ha visto una comedia romántica. Nadie, por más carnívoros y sicópatas que nos declaremos en nuestros gustos cinematográficos, nadie podríamos afirmar semejante hecho.
Así como hay distintos géneros cinematográficos, dentro de éstos, hay distintas formas de contar una historia. En cuestión de las comedias, algunas  pueden ser muy ácidas y con una descarga de humor negro irresistible,  otras son muy sencillas y entretenidas para un domingo en la tarde, otras parecen llevar una frecuencia narrativa a 1/ 1000rpm (caso de muchas películas que generan cierta controversia sobre la salud mental del guionista y/o director), otras tantas son un cuento de niños, otras un encuentro en nuevas culturas…

En el caso de Monday, podría decirse que es una película estúpidamente sencilla y divertida, de humor negro altamente ligero que nos permite seguir el juego de que cada secuencia y cada escena van al tiempo de un sueño. Pero de un sueño abrupto, como esos que duran la caída de la cama al piso; o esos que duran el cosquilleo en la vejiga al momento en que ya nos hicimos pipí en la cama. La peculiaridad de la película nos recuerda a los comic books: cada regreso del sueño en un pestañeo implícito, es una viñeta, a veces varias de un solo vistazo, a veces una página completa, y lo mismo sucede con la música. Todo va al acompañamiento de lo absurdo. No es una comedia que muchos disfrutarían ver, pero tan comedia y tan divertida es, que los que decidan verla una vez, recurrirán a ella por segunda y tercera vez. Es una película que lleva consigo lo absurdo de lo absurdo. Y hasta hay una escena de baile que me hace recordar las palabras de Tarantino "en mis películas, todos mis actores lucen cool en las escenas de baile". Así, pues, en Monday, no sólo el actor que baila luce cool, si no también todas las otras partículas que conforman la escena de baile lucen cool: sobreactuados, elegantes, bien acomodados, pero a diferencia de otras, ésta nos deja en un punto de tensión y presión que jamás llegará a la eyaculación.

Al parecer, los sueños son la suma de nuestras vivencias,  a veces tenemos la mala (o buena) fortuna de despertar a buen tiempo,  antes de que se conviertan en aterradores o excesivamente positivos y “soñadores”, lo cual, puede ser peor, ya que no hay nada más triste y aterrador que soñar algo lindo que jamás fluctuará en la vida real. En cambio, los sueños para Koichi Takagi, se convierten en una recuperación de la memoria temporal conforme la película avanza y las escenas se vuelven cada vez más dramáticas y (me atrevo a mandar un spoiler) lo mejor de sus sueños reales llega al final, tras una cortina de humo surrealista para completar lo absurdo de lo absurdo.

Trailer
 

Plot
A salaryman wakes up in a posh hotel room, totally clueless about how he got there. Slowly, he recalls what happened a day before – attending a funeral, dating but annoying his girlfriend, getting drunk in a pub and getting to know a yakuza and his beautiful mistress, having a gun in his hand and…


Música de esta noche



miércoles, febrero 03, 2010

Saudade por una ciudad en caída libre.

"Se le llama caída libre al movimiento de un cuerpo bajo la acción exclusiva de un campo gravitatorio"
Fuente: La wikipedia. 

Me he sentido ausente. He dejado de ser yo en las últimas dos semanas: dejé de escribir, dejé de analizar todo cuanto me fuera posible (lo cual siempre hago sin bases científicas o filosóficas), dejé de sonreír y, a la vez, dejé de sentir tristeza. En esas dos semanas dejaron de interesarme el exterior y la gente a mi alrededor. 
Me perdí en la música y me dejé llevar. Me reencontré con un álbum de rock gótico y por primera vez sentí algo nuevo y diferente. Estuve en un estado de euforia, de soliloquio, sentí algo que podría compararse (por lo que he visto en las películas y por lo que he leído) a los efectos de la heroína: sedación, euforia, depresión respiratoria y náusea. Sin embargo, este estado, para bien o mal mío, ha "evolucionado" o ha sido desplazado haciéndome regresar a lo más básico y primitivo.

Me sentencio por vigésima vez como ser humano: soy de carne y hueso; siento y percibo lo mismo que los demás; tengo las mismas necesidades fisiológicas; puedo ser tan todo lo bueno y tan todo lo malo como cualquier otra persona; soy tan mortal como cualquier otro, por lo que cometo atinos y errores por igual.

El abandono de mi estado de hipnosis musical no ha dado pie a que mis pensamientos se concreten en regresar a la escritura de mis románticos guiones cinematográficos, porque no fue que de un día para otro haya perdido el gusto por ese álbum de rock gótico.
No. El despertar de ese estado es, en efecto, resultado de eventos recientes en mi ciudad.

Este sube y baja de emociones me hace recordar dos cosas:  1) Paul Bloom comentaba en su curso abierto por internet sobre Introducción a la Psicología que "la gente va a terapia cuando se sienten muy mal. Así que ir a terapia en ese momento no ayuda en nada, porque la terapia no tendrá efecto alguno en ellos, porque después de que esa gente se siente bastante mal, probablemente mejorará en vez de empeorar" y esto me lleva a; 2) Un "absoluto" de Güémez: todo lo que sube tiene que bajar o, propiamente dicho, "Lo que de aquí pa´lla es subida, de allá pa´ca es bajada"
Por lo que me digo una y otra vez que si estaba en "euforia" y he caído, probablemente mañana voy a estar mejor, volveré a sentirme feliz sin importar los garrotazos de la economía, los problemas cotidianos con la familia y los conflictos sentimentales.
A todo esto digo que sí: podré sentirme lo mejor que quiera conforme a lo que esté a mi alcance, puedo acostumbrarme a sobrellevar esas pequeñas situaciones, hasta puedo llegar a comprenderlas. 

Si esta madrugada logro dormir y luego despierto, recordaré que "el ayer" fue parte de un momento en mi vida en que me sentí bastante mal y mañana comenzaré a sentirme mejor, pero pensando en que existe una realidad ajena al cotidiano estado de conciencia de "ser" que somos cada uno de nosotros, seguiré no sólo sintiéndome triste, si no ser humano mortal, por lo tanto vulnerable. 

El sentirme bien o mal no estará en mis manos. Está en mis manos crearme un estado de conformidad para continuar con mi vida y la mía es sencilla, sólo escribo, para muchos otros ha sido, es y será significativamente más difícil. Parece hecho a propósito el que todo el día de ayer y la madrugada de hoy haya estado nublado y lloviendo en toda la ciudad., pareciera que Dios se predicó editor de nuestra película de fin de semana y el clima es una consecuencia simbólica. "Está nublado porque el ambiente en la ciudad es triste y la lluvia que cae del cielo son las lágrimas de todos nosotros"

La tristeza que sentimos se dice de los hechos recientes, pero yo siento que esa tristeza es producto de la nostalgia. La ciudad como la conocíamos ha quedado encriptada bajo las infinitas carpetas de asfalto y ahí nuestros recuerdos.
Indudablemente tendrá que llegar un momento de tranquilidad, pero para llegar a ese momento muchas cosas tienen que moverse, desafortunadamente las posturas de nosotros como seres humanos no evolucionan ni se modifican al mismo tiempo, lo cual impide que los acuerdos puedan darse.

De ahí que una bola de nieve que baja por la colina, lo haga con mayor masa y velocidad hasta impactarse con lo primero que encuentre y aunque pueda detectarse la trayectoria que llevará, nunca se sabrá a ciencia cierta dónde pegará. 

Lo único que me queda como objeto de esperanza en este momento es la existencia del entendimiento comunitario por el dolor y el miedo, pero me cuestiono por qué estos sentimientos extremos de alegría o  en este caso, de tristeza, se dan conforme a los hechos que se presentan en la sociedad: estamos unidos y felices cuando una fecha en particular en el calendario lo amerita, o bien, estamos unidos y con miedo cuando un hecho en particular nos sobresalta.

La canción que se me ocurre para este día es: