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jueves, noviembre 19, 2009

Inglourious Basterds


Una felicitación.

Quizá sea la emoción lo que me hace aplaudir a la mejor dirección que he visto de Tarantino, pero no me crean mucho, no he visto todas sus películas y sólo alguien que las haya visto todas, podrá dar su opinión y se le dará el peso merecido, aún así, puede que Tarantino sea el único que decida si Inglourious Basterds es su mejor dirección o no.


Spoilers... Salten el siguiente párrafo si no quieren saber nada, nadita.


La verdad no podría seleccionar una escena como favorita, tooodas me gustan mucho, pero hay unas que me gustan más, como la del bar o la de la casa de Shosanna, o en el restaurante, cuando le piden a Shosanna que preste su cine. Híjoles... o aquella cuando sale Mike Myers, esa escena me recuerda mucho a la de la capilla en Kill Bill.


Tarantino se pega (dada la historia) a otros estilos cinematográficos y lo logra a la perfección, mientras que no deja de derramar aquél estilo tarantiniano de su "movie movie": Kill Billl, tanto con la dirección, como con la introducción de los capítulos y, cómo olvidar los diálogos largos de un spaghetti western pero en una parte de nazilandia.

En cuanto a la historia y el cómo aborda a los personajes uno a uno, para los que estamos familiarizados con su trabajo anterior, tampoco nos parecerá nuevo, sin embargo, en cuanto a la historia...

O historias... si quitáramos a los Bastardos Sin Gloria en la historia, quizá (y sólo quizá) sólo nos quedaríamos con el pequeño problema de cambiar el título, a mí gusto lo mejor manejado gira en torno a La Historia de Shosanna, lo demás es complementario y espero que no mal interpreten mis comentarios, pero ha hecho de Inglourious Basterds, lo que no hizo en Kill Bill, que es dos guiones en uno.

Inglorious Basterds
por su lado son estos matones de nazis, que es donde muchos esperábamos ver ese exceso de derrame y salpicadero de catsup, pero (como me recomienda una persona muy querida) no esperes nunca nada de nadie y siempre te sorprenderás.
Es difícil en este caso.

La Historia de Shosanna
es simplemente magnífica (ésta sí no me la esperaba, con todo y que ya había leído la sinópsis).
Se agarró con buen atino de la "historia" para escribir un buen guión enfocado en la vengaza (platillo fuerte de Tarantino), pero no la venganza de cualquier persona, si no la venganza de una mujer ante una figura masculina, y qué tipo de mujer nos presenta, nada más y nada menos que una elegante, guapa, joven y sutil mujer francesa.

Aquí es donde creo que ha hecho un excelente trabajo, en general es una historia firme, una historia tarantiniana, pero creo que cuando deja de presentar al espectador (fanático) sus elementos regulares como una copa llena de sangre que debemos tomar rápido para saciar nuestro antojo, el guión (ya dada su firma o un aviso) se convierte en un guión maduro y no se puede pedir más.

Uno no espera que Tarantino deje su estilo, es un estilo que se ha alimentado a lo largo de tantos años que ya ahora es un opulento estilo Tarantiniano, su firma única, pero no está demás decir que las historias sí pueden cambiar con mayor facilidad y este es el caso de La Historia de Shosanna, pero bueno... el chiste de la historia era matar a cuantos nacionalsocialistas se pudiera y eso lo ha logrado muy bien.

Me gustaría extender mi comentario para hablarles sobre las excelentes actuaciones, pero las palabras sobran, simplemente puedo decir que han sido actuaciones maravillosas.

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Recomendaciones para ver la película.
Si no vas con alguien a quien le guste el trabajo de Tarantino, mejor ve solo.
Lo mismo para el día...
Si vas a ir en miércoles de boleto más barato y no tienes problema con que el fulano de al lado esté al teléfono celular, o que la mona de adelante haga su teatrito de brincar a los brazos de su amado para no ver el despelleje del cuero cabelludo, o si aguantas que una parejita de idiotas llegue tarde y se pongan en medio de la pantalla en la escena de la casa de Shosanna, puedes ir el miércoles.
Si no aguantas todo esto, te recomiendo ir el jueves o de plano el lunes.
Ah! y las palomas no son necesarias, Tarantino es un platillo que sabe mejor frío.

Ciao, ciao...

lunes, noviembre 16, 2009

Cuento de un día de asueto

Por: Lucy Originales

Y así llegó el día cuando creí en la independencia de mi corazón.

No tengo prisa; ni ganas de caminar; ni ganas de sumergirme en las olas de la alberca; ni ganas de mover las manos para respirar.

Es un día caótico para todos: es un día de descanso.
¿Acaso puedes pedir más?

Me levanté de la cama volando, prometiéndonos (y prometiéndote) que hoy será el último día para pensar en ti; mi corazón y yo merecemos descanso. Hoy es un día de asueto.

Como decía... Hoy me levanté de la cama volando, me caí de pico, como un pajarillo, por un momento me imaginé en un "... y los días pasaron y el olor derretía la alfombra hasta salir por los espacios de la puerta".

Tú te reiste de mí.

Antes de levantarme, alcancé a ver unos cabellos que podrían ser míos o de Troya, era una bola de pelos. También me encontré un calzón sucio (tema en el cual no profundizaré) y un alfiler al lado de un pedazo de galleta en forma de hueso para mascota.

"tu tu turuuun, tu tu turuuun, tu tu turuuun
tu tu turuuun, tu tu turuuun, tu tu turuuun
tu tu turuuun turuuun turuuun turun tun tun tuuun..."

"¡Esa es la quinta sinfonía de Mahler!"
Ya más o menos las reconozco, pero no creas, ya te estoy olvidando, paso a paso...

Hoy no veré pornos, ni me sentaré a chaquetearmela frente a la computadora, ni tomaré café, ni fumaré, ni pensaré en ti.

"1984, ni tú ni yo. Yo soy del '83 y tú del '85... 1984 es un buen año para leer"

La leyenda dice que "era un invierno muy frío, el sol no se asomó en tooodo el día, los pájaros tocaron a la puerta y mi madre salió corriendo con la panzota cargada con un bebé a punto de nacer. Eran las 6:30 de la mañana. Fue un día 30 de Diciembre del '83, le llamaron Diciembre Negro.

Sí, ya me habías contado- dices quién sabe desde dónde.

¿Cómo fue tu alumbramiento?"- contesto quién sabe hacia dónde.

Pero... ¡espera! Hoy no pensaré en ti.
Ni yo, ni mis ganas pensaremos en ti.

Mande- digo a mis espaldas-, ¿me hablaste? No, gracias, no quiero café... te he dicho que hoy no tomaré café.

Ni pensarás en mí, dicen los pajaritos- dices-.

¡Je!, cierto. Ni pensaré en ti- obvio que digo-. Pero si puedes preparar de todos modos algo de café... tú sabes... nomás por el aroma. No es necesario que te eches un cigarro por mí, pero quizá si enciendes una varita de incienso, estará perfecto.

Creo que me ganaron las ganas y comí esa pedazo de galleta en forma de hueso para mascota. Troya se me quedó viendo con su carita perruna. Puso sus dos patitas al frente y echó su panza al suelo para estirarse. Escuché un quejido, luego volteó a verme su carilla mustia.

¿La sacas a la pipí?- te pregunté-

'Orita, estoy cagando- dijiste muy oportuno para tu ausencia.

Contrario a las ideas de la gente, sí me doy cuenta del transcurso de los días. Sé, por ejemplo, que han pasado muuuchos días desde la última vez que vi a mi hermano. No lo vi salir del hospital y...
Y... en ese lapso, mi sobrina cumplió años días después. Y... antes, mi hermano cumplió años.

Ves- te acaricio la panza desnuda-, sí me doy cuenta del paso de los días. Contrario a las ideas de la gente.

Oye...- dices quitándome la mano de tu panza (¡tan rica tu panza!)- hoy no debes pensar en mí, lo sabes. No es bueno para ti. No necesitas de nada ni de nadie. Despierta, despierta...

¡Sh!- sonrío a tus manillas de vieja-, estoy bien. Contrario a lo que piensa la gente, sí me doy cuenta de que estoy bien.

El otro día vino Lyda, mi amiga de toooda la vida. Es una chava bonita, de ojos saltones y cuerpo petite, no nada más está chaparrita, también tiene el corazón así: chiquito y destrozado, como yo, por un fulano que también se llama Alejandro.

Lyda vino con su hermano, y también se llama Alejandro. Él es la viva imagen de su padre. Es su padre en persona, muy fuertes y altos, de caras rústicas., pero Lyda es petite, como su corazón.

Oye...- te grito para que escuches en la cocina mientras preparas café-. ¡Oye!

Sí te escucho- me susurras al oído y te recargas en mi escritorio.

Qué mala jugada- pienso y luego te pregunto- ¿Cómo es que...?

¡Sh! No preguntes- me pones el dedo en la boca-.

Pero...- tomo un cigarro nerviosa y empiezo a echar humo como trenecito-.

No preguntes, sigue, te escucho- te veo de nuevo en la cocina-, me decías que...

¿No te enojaste con Lyda el otro día que te gritó al teléfono y luego te colgó para consolarme mientras se me salían las lágrimas por tu culpa?- te miro impaciente.

No- dices tranquilo, ahora sentado en el sillón al lado de Troya-. Jamás podría enojarme con ella, menos porque ella está cuando yo no estoy, pero decías que el otro día Lyda y su hermano fueron a la casa a llevarte víveres...

Sí- suspiro-.

El otro día vino Lyda, mi amiga de toooda la vida con su hermano, Alejandro, al depa. MisLucy.
Ale nunca había entrado al departamento, se llevó una sorpresa.
Entrar aquí, a este departamento, es como entrar en la cabeza de alguien que está muy solo y muy perdido: hay un espacio para sala comedor, pero sólo se usa como sala estudio; hay dos curtos, pero sólo uno de ellos está habitado; hay un baño y todos cagamos ahí.

Alejandro y Lyda se metieron directamente a la cocina para dejar las bolsas con los víveres, luego caminaron muy despacio por toda el área del estudio, mirando los pósters de fotografías de la Nation Geographic Magazine que pegué en las ventanas para no ser molestados por los pájaros.

¿O sea, cómo, eres fotógrafo?- miró Alejandro el tripié al lado de la puerta de la cocina-, ¿ps no que escribías? ¿Y qué escribes?

Alejandro y Lyda se fueron pronto, mucho antes de poder contestar las preguntas que hizo, y las que no pudieron salir de su cabeza.

Cuando estaban saliendo del depa. Mis Lucy, Lyda dijo:
Pinche raris... llámame si necesitas otra cosa... no vayas a cargar nada en quince días, pendeja. Y no vayas a coger.

Nos dimos un beso en la mejilla.

No, no cargaré nada, Lyducha... y sí, yo te aviso. Muchas gracias- dije mientras me agachaba para levantar a Troya y moverle su patita para decirles "adiós".

¿Cuándo es que dices que regresa este wey?- dijo Lyda con el ceño fruncido.

Ps al rato, mensa- creo que contesté.

Lyda vino a traerme víveres porque hace un diciembre atrás me quedé atorada por dormir en el piso, el hombre que me desatoró es un traumatólogo y dijo que tengo escoliosis.
Hace unos días me volví a atorar.
Tener escoliosis es como ser bipolar; es tener espalda y no tener; es saber caminar y no saber. Nunca sabes cuándo te vas a atorar.
Sin duda es una enfermedad ingrata. Se te atora la espalda cuando se le da la gana y no se desatora nunca sola, siempre se requiere una inyección de cortisona.

Te acuerdas que me la pasé en la cama dos o tres días- hago una pausa en mi texto y te volteo a ver sentado en el sillón, con Troya recargada en tu cuello.

Troya... ¿ya dije que Troya es una perra french poodle gato panda?
Muy simpática y querida por todos los visitantes del depa. Mis Lucy.
Ella vive en su mundo de perritos; de regaños y premios; de ir a la pipí y a la popó; de comer croquetillas con carnita gourmet y tomar leche en vez de agua, como haría un perro normal; de lamerse los quesitos de los pies y lamerme los míos; de comerte la cerilla y darme besos con esa lengueteada que acaba de darte.

Cuando te vas, Troyoskiki se queda pegada en la puerta, esperando a que regreses...- te digo sin mirarte.

Troyoskiki gato panda no es normal, como no lo es nada en este departamento, aunque todo pueda parecer muy ordenado y con las cosas en su lugar.
El escritorio en la sala estudio sirve para recargar mi cabeza cuando me quedo inconsciente; la sala comedor sirve de cama para Troya; otro escritorio en la cocina sirve de alacena; el fregadero para lavar los platos sirve para juntar basura; la regadera en el baño también sirve para dormir; el piso sirve de librero; mi tripié y mi cámara sirven de perchero para el suéter de Troya; un bastón sirve de adorno en la pared y, lo más chistoso; tu espacio en el cuarto lo ocupa una almohada y en el ropero, tu espacio sirve de cobijo a una cucaracha.

Te digo, nada es normal aquí, creo que por eso la gente viene y de inmediato se desesperan y salen corriendo, muy apenas alcanzan a decir adiós, nunca se quedan a divertirse, pero yo sé que este departamento está decorado para divertirse, sólo necesitan prestar atención y sentir la atmósfera: siempre hay música de beats cachondos, luz tenue, humo para perderse en el ambiente, no hay ruidos del exterior que toquen a la puerta y tengo la certeza que de aquí pa'llá, donde hace frío y da el sol, sólo logran escucharse murmullos de ratoncillos, así que lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas.

Cierra la ventana, por favor- te digo y sigo escribiendo-. ¡Cierra la ventana!

Mi abuela, que en paz descanse, decía "cuando uno quiere las cosas bien hechas, uno tiene que hacerlas, porque nadie las hará mejor que uno"
Así que yo uno, me tendré que levantar a cerrar la ventana y luego regresaré a continuar a escribir en mi computadora sobre el escritorio.
Es muy raro, pero Troyoskiki no se ha movido de su lugar, está echada como peluche en el sillón, no la he escuchado comer, ni jugar.
Hay un hueso de hilo sobre mi pierna, es el juguete de Troya, ya lleva rato ahí, porque si no Troya me estaría mirando con ojos cazadores, esperando que se lo aviente.
Hace rato que se rindió, está dormidota en el sillón.

Ya cerré la ventana.

Muchas gracias por cerrar la ventana, ¡eh!- te grito no sé a qué dirección.

Lo siento, me estoy quedando dormido- contestas quién sabe desde dónde.

Pero si apenas son...- subo el puntero del mouse a la esquina derecha de mi pantalla-. ¿A poco ya son las 8:00 p.m.?

Sí, ya son- dices-. Hoy ya tampoco comiste nada, "cosa"

No importa, porque ha sido un día lindo; porque hoy no he pensando en ti. Ya no siento frío, ni ganas de irme de aquí, ni ganas de esperarte, ya sé que estás aquí- te vuelvo a mirar y te acaricio la panzota otra vez-. Tarda en regresar el tiempo que quieras, yo sé que estás aquí.

domingo, noviembre 08, 2009

Reclamo a un opuesto.

Las noches más accidentadas de mi vida son cuando vienes a rescatarme y sin aviso.

Aquél día cuando me cortaste la conversación en el mensajero de la red me quedé preguntando si había sido yo quien se equivocó o si estabas en monochrome.

Contigo nunca sé. Desde los dieciocho años que se pudrían, no sé.

Me has mandado al abismo con un eco insoportable un par de veces. Tus palabras siempre son insoportables como tu voz aguda de mocosa mimada, más aún sigo masturbándome la felicidad de tu regreso.

Somos dos amantes inestables: yo soy quien pierde siempre, quien no regresa y espera.

"van dos semanas..."

Y el berrinche todavía burbujea en tu sangre.

"van dos meses"

Y brinca el teléfono celular al lado de mi mente.

Dudo que seas esquizo-paranoide, pero de quién es ese número en la pantalla.

No puedo sentir nervios porque no soy clarividente y no te espero este día. A lo mejor ayer o antier mientras buscaba en mi cajón de calcetines a alguien que me quedara tan bien como tú.

Nadie me grita con apapacho que me convierta en seductor y cazador ciego y desnudo como tú.

Contesto el teléfono.

Tu voz me dice "¿Gorda?"

Hemos empezado la travesía que dejaste en pausa, ¿cuánto tiempo pasará para que me abandones, de nuevo; o para que me alejes un poco porque no te gusta mezclarme con tus vidas de gato?

Comienzo a contar... 1

De gorda para el opuesto.

jueves, noviembre 05, 2009

13 Tzameti (2005)

Por: Lucy Originales

En mi vida he cometido un asesinato. Esto lo saben muy
bien todos mis amigos. Para certificarlo podría presentar un
documento con muchísimas firmas. Ya que estamos en eso,
dudo que muchas personas puedan presentar un certificado
tan bueno. El mío sería del tamaño del mantel para el
desayuno...
Thomas De Quincey
¿En qué película?


13 Tzameti, dirigida por Gelá Babluani, se convirtió de inmediato en una de mis películas favoritas justo al terminar de verla, y no necesité una segunda mirada para afirmarlo, como tampoco se necesita la versión gringa llamada 13 que salió en el 2010.  Hay películas con las que se da el amor a primera vista, películas a las que el tiempo no llega a deteriorarnos el amor por ellas. Hay otras películas que son romances colapsados, algo que se dio improviso una noche y no dura más que el paso de una estación del año, pero siguen siendo pasiones.
13 Tzameti con la parte técnica de dirección es muy buena en general; y, en guión, logra mantener la tensión en las partes que tiene que ser así, por lo tanto, la dirección controla esas partes de tensión, pero no se mantiene estable. Deben existir altos y bajos y sólo los altos, en general, son muy buenos. Imagino que así debió estar pensado el manejo de la película para restar importancia a algunas escenas y que esto acentúe otras. Cuando la historia comienza, me pareció que yo como espectador iba a estar perdido, pensé que sería una película que no me iba a decir mucho, que se iba a perder en el camino, o que no iba a llagar a ningún lado; y no iba a comprender porque la película está en blanco y negro. Y es que este elemento se utiliza porque hay una intención detrás. Muy al inicio no entendía cuál era esa intención, pero llega pronto en la narrativa y muy bien justificado. En todo guión, uno de los “problemas” más aterradores es la parte de en medio, el principio y el final, por lo general se tiene muy claro y se maneja de una manera extraordinaria. Creo que el guión de 13 Tzameti ha manejado la parte media casi a la perfección.
Hubo un momento en el que me sentí cómplice del morbo y de las fechorías de aquél grupo que se une en el número 13 de la Calle Tzameti mas resolví no sentirme morbosa. El morbo nos mueve la mayor parte del tiempo, pero jugar con la vida de un ser humano y apostar por ello, no es nuevo. Como espectador, el morbo me maneja, me pone ahí presente, pendiente, atento a lo que nos están contando en blanco y negro, pensando cómo se desarrollará la historia, qué sucederá con los personajes, etc.
Todas las historias deben sostener y resolver este tipo de interrogantes, pero ésta, además, debía logró un acercamiento en su parte técnica para tuviéramos una experiencia más orgánica y descubrir el sudor, la respiración, los sonidos ambiente contrastados; luego, bajo estos elementos, toparnos con la psicología de los personajes que no se entiende muy bien el temple que deben tener, o la mecánica que debe funcionar dentro de esas mentes sicópatas, masoquistas, sádicos, imbéciles, drogadictos, adictos a la adrenalina, voyeristas, exhibicionistas, etc., para que se dediquen a lo que se dedican. Los personajes son intensos y casi no dialogan más allá de lo necesario entre sí y nos hacen preguntar: estando frente a una situación de violencia, ¿qué pasa cuando se nos va el miedo?, ¿qué pasa cuando no tenemos nada qué perder?, qué pasa cuando la suma de circunstancias poco afortunadas nos lleva a cometer una cantidad de actos que están por completo fuera de nuestro control: seguimos o nos detenemos. ¿Qué sucede cuando no hay oportunidad de elegir?, ¿será tanta la suerte de aquél desafortunado?
Lo único que me dejó con una pregunta es el personaje que interpreta Pascal Bongard (quien, en el trailer, escuchamos la mayor parte del tiempo). Y la pregunta que me hago es por qué brilla tanto el personaje y el actor. Creo que Pascal hizo un papel extraordinario. No podía ser más claro el choque psicológico para el actor y para el personaje estar plantado en ese papel. Con seguridad puedo decir que a cualquier que le tocara estar de maestro de ceremonias en un acto de suicidio y homicidio, por el cual circulan apuestas de millones de dólares, actuaría de la misma forma.